martes, 16 de agosto de 2011

Piensatelo...

Yendo hacia mi casa he visto a una mujer con su hija, la hija tenía una discapacidad visible y me he hecho las siguientes preguntas: ¿Qué hará esa persona cuando sus padres falten? ¿Cuando no tenga a nadie que le cuide? ¿Vivirá sola? ¿Estará en una residencia para discapacitados? Es algo que me conmueve.
Tener un hijo así tiene que ser muy triste y estar así aún más aunque sinceramente pienso que ellos ni se enteran de que están mal, porque se quedan en la mentalidad de un niño de 5 años en un cuerpo de una persona de 40.
Con esto quiero decir que hay problemas mucho más graves que un mal de amores o algo parecido, porque quieras o no ser discapacitado ya sea tu hijo o tu padre o tus abuelos o cualquier familiar tuyo si que es un problema. ¿Piensas que nadie te quiere y por ello estás hundido en la miseria? ¿Quieres cometer una locura por ello? Anda y no me seas cobarde y mira a tu alrededor verás que lo tuyo es una tontería.
Piensa en tu bienestar y no en el de los demás siempre y cuando no les influyas en nada a nadie, porque cada uno es dueño de su vida y nadie absolutamente nadie tiene derecho a opinar tus decisiones. Pero recuerda que siempre habrá un problema que gane al tuyo, porque al fin y al cabo el mundo en sí es un problema.